Muñecos de boda

Hemos pasado ya el ecuador de mayo, ese mes en el que se celebran un montón de bodas. Y de novios venía yo a hablar hoy precisamente.

Allá por el 2006 se casaba el hermano de una amiga. Como se casaba lejos y no podía acercarme a darles la enhorabuena, quise hacerles un regalo especial: una parejita de novios vestidos como ellos mismos el día de su boda. Conseguí la información sin que se enterasen y el día de la celebración mi amiga les dio una pequeña cajita de regalo con la que se llevaron una sorpresa y una alegría.


Son pequeñitos, de tan sólo 5 cm de altura, los ojitos son abalorios, están hechos en fieltro y tienen todos los detalles de la ropa que llevaban ese día.

Después de aquella pareja vinieron un par más, pero como soy una calamidad, no tengo foticos de ellas, qué le vamos a hacer.

En 2008 me contactaron pidiendo unos muñecos para la tarta de boda. Hasta ese momento los que había hecho eran chiquitines y más como un detalle que otra cosa, y me hizo ilusión hacer unos novios un poco más hermosos.


Estos ya midieron sus 10 cm largos, también en fieltro y estaban apoyados sobre una plaquita de madera decorada y barnizada.

Después de esta pareja de novios no volví a hacer otra hasta el pasado 2010, cuando unos amigos me pidieron que hiciese la decoración para su tarta de bodas. Una tarta que por cierto ya era en sí misma una obra de arte hecha con chucherías por la hermana del novio.


En este caso la petición especial es que fuesen una hello kitty y un sackboy en lugar de personas. Así que tejí a ganchillo al novio, e hice en fieltro a la novia, visitendoles conforme a la ropa que iban a vestir (¡hasta la novia llevaba un liguero con una cinta azul!) Como el ramo de flores que iba a llevar era de girasoles, le hice uno con papel pinocho y lentejuelas que quedó la mar de resultón.



Si queréis, podéis ver en vivo y en directo estos últimos muñecos de novios para tarta en la exposición que permanece en EXCELSIOR! Cómics